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Zolima Bechara |
Seguramente conoces a alguien que permanentemente está haciendo régimen o dieta, quizás tu mism@... Alguien que conoce al pie de la letra las últimas tendencias en dietas y que seguramente está obsesionad@ con la comida. Esto es mas habitual de lo que pensamos. De hecho la mayoría de sociedad considera que hacer régimen es lo normal.
Cuando alguien dice que quiere adelgazar es interpretado y valorado como algo positivo, y en general admiramos a estas personas por su autocontrol y fuerza de voluntad. Son personas que sulen sustituir la sensación de insatisfacción con su cuerpo por la idea de estar haciendo algo por mejorar: realizar una dieta.
El miedo a engordar es tan común entre muchas mujeres que en ocasiones no llegamos a distinguir los síntomas que nos alertan sobre un posible trastorno de alimentación. Muchas personas piensan que hacer régimen es algo productivo, y se entregan a dietas crónicas y sin control ignorando las consecuencias negativas que puedan tener para su salud.
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Zolima Bechara |
En general, solemos atribuir el éxito a la pérdida de peso y a la dieta realizada, y el fracaso a la propia voluntad de la persona, por falta de autocontrol y motivación.
Muchas personas caen en el error de creer que el peso es algo que se puede controlar completamente, que solo se trata de una cuestión de fuerza de voluntad, de trabajar mas fuerte o seguir un régimen mas estricto. Olvidan el concepto del peso natural.
El peso natural de las personas está determinado genéticamente y cualquier intento de manter el peso por debajo de ese peso de nivel normal, dispara las alarmas de defensa del organismo y este se prepara para combatir. Una de sus defensas es ralentizar el metabolismo, por lo que impide que una persona se mantenga delgada por un largo tiempo si es que su peso natural es mas fuerte. Por eso cuando una persona intenta modelar su cuerpo a capricho, forzando su constitución natural, el cuerpo se defiende, llegando incluso a engordar mas.
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Zolima Bechara |
El estar permanentemente a dieta somete a la persona a un gran estrés emocional, los rápidos efectos del comienzo de la dieta no se correponden a la ralentización del proceso a medida que va pasando el tiempo; esto genera sensación de frustración y la persona piensa que se ha fallado a si mismo. Se considera débil y sin voluntad. Como consecuencia la dieta suele entrar en el siguiente círculo vicioso: hacer dieta-adelgazar-recuperar el peso, y vuelta a empezar. Consecuencias: nos sentimos fracasados e impotentes, dos emociones que, en ocasiones, llevan a la depresión.
Hacer dieta no es simplemente una cuestión de comer o no comer. Es una forma de pensar y de vivir. Las personas que permanentemente están a dieta piensan en términos de calorías y no de sabores. Piensan que es primordial ignorar y eliminar las sensaciones de hambre y saciedad, que se consideran obstáculos para saber cuanto hay que comer. Las normas mentales impuestas son tan estrictas que sustituyen a las señales internas que son naturales.
Conócete, acéptate y escúchate!!!
Gracias por acompañarme una vez mas en este post. Un abrazo muy fuerte! Z
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